lunes, 19 de junio de 2017

Raffaella en "Estudio Abierto"


Raffaella Carrà es casi tan española como italiana o, al menos, así lo percibimos muchos de los que hemos crecido no sólo con sus canciones sino con sus programas en televisión. Ese trabajo como show woman es el que nos ha permitido descubrirla más allá de sus festivos temas musicales y quererla como una comunicadora más del país. Desde que debutara en TVE como invitada de "Señoras y señores" en marzo de 1975, su contribución al mundo del espectáculo televisivo patrio ha sido intermitente pero muy valiosa, por eso cada vez que regresa a nuestras pantallas es un acontecimiento. En mayo de 1982 se produjo una de esas rentrées en el programa dirigido y presentado por José María Íñigo en la Segunda Cadena, "Estudio abierto". El vasco y la italiana se conocían ya porque ella había sido la estrella de una memorable actuación en "Esta noche fiesta" en 1977 que incluso terminó en comisaria (tal y como contamos aquí). 


Su reencuentro con el público español en este programa no era casual, aunque se emitiera en la cadena minoritaria, este programa era uno de los más populares de la época y solía alcanzar cifras de audiencia espectaculares, cercanas a los ocho millones de espectadores. Raffaella sabía que ser entrevistada por Íñigo era un baluarte, una garantía de prestigio, si no aparecías en su espacio, tu espectáculo no iba a tener éxito. Supo aprovechar esta oportunidad al máximo, en la breve entrevista con la que se iniciaba aquella emisión informaba a los espectadores de su larga gira por Latinoamérica donde había recibido el cariño de todos los países visitados pero también recalcaba que "esta noche me siento particularmente emocionada porque Madrid ha sido mi primera ciudad después de Italia donde he actuado y he empezado aquí mi carrera internacional y, entonces, desde aquí he tenido muchos éxitos después pero nunca olvido mi primer amor" (sic).


Tras la entrevista llegaban otros contenidos del programa pero se anunciaba que la Carrà actuaría más tarde, no podía ser de otra manera y ella no decepcionó. Vestida con un largo traje dorado de hombreras que harían palidecer de envidia a Joan Collins y Linda Evans en "Dinastía" (cuando no lanzarse a arrancárselas en un claro precedente de la maldita lisiada) interpretó un primer popurrí de sus últimos éxitos en español, algunos inéditos en aquel momento en España. Destacó la loca puesta en escena para ese tema inmortal que nos hablaba de una infedilidad oculta dentro de un armario. Aplausos emocionados del público presente en el Estudio 1 de Prado del Rey y también del  genial humorista Miguel Gila, cuyas manos se colaban en el primer plano del presentador cuando agradecía la primera intervención musical de Raffaella e iba a dar paso a la entrevista con el cómico que regresaba de Buenos Aires y anunciaba su retorno a España tras un exilio de varios años.


En el larguísimo programa de Íñigo se sucedían las entrevistas y las actuaciones durante casi tres horas de directo (contando las pausas de publicidad porque sí, todavía la había entonces). Raffaella ofrecía un segundo popurrí con éxitos como "Caliente" o aquello de "Mamá, dame cien pesetas" acompañada de su grupo de bailarines que tan pronto aparecían semidesnudos y sin conocer el concepto "depilación", como vestidos de niños o con un imposible frac azul y rosa. El último tema de aquel reencuentro fue, cómo no, "Adiós, amigo". Da igual que aquel día también actuara la brasileña Gal Costa o el grupo Bordón 4 o la reunión ante las cámaras de los futbolistas Zarra y Panizo, no importa que los rotulistas del programa no supieran escribir bien el nombre de Raffaella y le quitaran una L; aquella noche, la Carrà conseguía otro éxito y que los españoles desearan que pronto volviera a tener su propio programa aunque para eso tendríamos que esperar casi una década. 


Nota: Siento que la calidad de las imágenes no sea superior pero esto es lo que hay, amigos.

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